martes, 22 de abril de 2008

Señalamientos y etiquetas

No es secreto para nadie que desde siempre los estratos sociales se han divido por razones de razas, clases, competencias, nacionalidades, tendencias, religiones y otras variantes. Pero es asombroso ver señalamientos en seres semejantes.

Cuando ves un viejo en la calle lo llamas “viejo”, lo ves caminar lento y lo pasivo, y sin más pareciera alterar el estado de ánimo de aquellos cuya vida es acelerada, es triste saber que –en condiciones ideales- todos llegaremos a esa etapa algún día.

Esto no solo se ve en seres de edades avanzadas, los padres siempre señalan a sus hijos de “carajitos”, ¿vaya etiqueta no? No recuerdan que a esta edad ellos eran tal vez aún peores que sus hijos (mejor o peor son solo adjetivos subjetivos, los utilizo como referencia) y se cansan de regañarlos (tal vez por un bienestar común, espero que así sea)

Tal vez algunos hayan visto el monólogo de Andrés López llamado “me pido la ventana” (es bueno, lo recomiendo) en el, habla un poco de la vida universitaria, es cómico para un estudiante de este nivel que su hermanita menor se ría de él (el hermano mayor) sabiendo que algún día pasara por esa misma etapa.

En fin, podría dar decenas de ejemplos más, pero creo que he llegado al punto clave, las etapas son una manera de clasismo, si eres joven te crees más fuerte, si eres viejo te crees sabio, si eres el mayor te crees padre, si eres el menor te crees consentido, ¿qué rayos me creo yo que soy el del medio? (Ja! Fue un comentario sarcástico)

Respetar al prójimo es la belleza muda del equilibrio, no señales a tus semejantes porque bien podrías ser tú el señalizado mañana, dolor dará darte cuenta de esto demasiado tarde.

Buenas noches.

Mike

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